El Ayuntamiento trabajó durante años para habilitar como escombrera unos terrenos situados junto a la antigua carretera de Priego, en la aldea de Las Caserías. Sin embargo, la idea se modifica y se pretende destinar la zona para una planta de tratamiento de residuos de tipo no peligroso.
La parcela concreto se ubica en el paraje denominado Cortijo El Allozo, a unos kilómetros del casco urbano.
Para garantizar que se trataba de un espacio útil para depositar escombros se elaboraron diversos estudios. Entre ellos estaban informes geológicos y geotécnicos, arqueológicos y de impacto ambiental. La Junta dio en 2005 todas las bendiciones, ya que el suelo era poco permeable y no había aguas subterráneas.